Enzo
Me desperté unas horas más tarde con el cálido cuerpo de Nina entre mis brazos. Cuando el recuerdo de nuestro apasionado -y algo pervertido- sexo volvió lentamente a mi mente, no pude evitar una sensación de paz.
Sin embargo, el hecho de no saber qué le había pasado a mi padre y si el Rey Alfa