Nina
No quería creer a Enzo.
¡No podía creer a Enzo! ¿Hombres lobo? ¿Esqueletos parlantes? Nada de eso era real. Seguramente todo era una ensoñación o una alucinación. Solo necesitaba llegar a casa, dormir y desestresarme. Una buena noche de sueño y una ducha caliente me harían sentir mejor y me d