—¿Qué deseas que escriba? —acomodé la hoja y mano sobre ésta.
El se acercó a observar sobre mi brazo.
—Escribe: Queridos Dioses, por favor, que Marina se enamore de mí.
La sangre completa se me detuvo. ¡¿Qué?!
¡Ah, no, no tan rápido por favor! Suplique a mis adentros.
—¿Estás enamorado de Marina? —me tomé unos segundos para preguntar intentando no reir.
Asintió con un sonrojo y yo apreté el puente de mi nariz. Cerré los ojos.
—¿Sabes que aun eres muy pequeño y ella tambien verdad?
—Mamá dice que en el amor no hay edad – dijo aquello con suspicacia.
Enmudecí. Mataría a Leia —Estoy seguro que no se refería a ti y a Marina —sonreí.
—Eso lo sé. Pero…
—Edrick…esta bien, lo escribiré por ti – acepte aquello.
—Por favor, escríbelo por mí antes de que alguien venga— me rogó cuando la senté en mis piernas. Sus ojos mostraban real preocupación y el corazón se me apretó.
Suspiré.
—Bien.
—No se te olvide ser claro en la palabra enamore— pidió.
Me tomé unos segundos antes de comenzar a escribir:
«