Ambas salieron de la cafetería en silencio viendo a varios estudiantes ir y venir por los diversos caminos del campus.
—Creo que intentaré no estar a la defensiva— optó por decir Leia.
—Oye y… ¿te atreverías a seducirlo como dijo Hillary? — preguntó Kristel con real preocupación, al entender que lo que ella había decidido, era lo que mejor la haría sentir.
Ambas se vieron a los ojos y se sintieron incómodas —Por supuesto que no –
—No, no, definitivamente ella está loca — aceptó Kristel — Lamento preguntar tal estupidez— dijo y se burló.
Leia también se rio sintiéndose un poco menos mal.
—Debo irme, mi clase seguro ya comenzó –
Kristel le asintió — Entonces, después hablamos sobre la visita a tu nueva casa, yo también muero de ganas de verla — le dijo y le guiñó un ojo mientras sujetaba su mochila al hombro y se echaba a correr.
Leia le sonrió —Por supuesto— casi alzó la voz al ella misma tener que apresurarse.
El sonido de una música horrenda llenaba prácticamente todo el lugar, Caleb