Volvió a hundirse en su cuerpo mientras continuaba besando sus labios, Leia gimió y él absorbió el dulce sonido.
—Quédate esta noche— habló sobre sus labios el jadeante y ya completamente desnudo joven —…vuelve a dormir conmigo.
Los ojos de la cobriza viajaron de sus labios a los ojos azules del rubio… jadeó una vez más antes de contestar — sabes que no puedo…— se excusó y acarició su rostro … una nueva y profunda embestida de Caleb la hizo gemir y cerrar sus ojos al echar su cabeza hacia atrás —Kristel… Kristel lo sabrá todo si no… llego— explicó al resbalar su mano de su mejilla a su pecho, sintiendo el pulso acelerado en su cuello y en su corazón.
Él gruñó frustrado y llevó sus manos sobre la cabez