Mundo ficciónIniciar sesiónValeria aún seguía en shock. Habían pasado dos días desde que descubrió que su madre estaba viva… y que ella poseía, legal o no, un treinta y siete por ciento de Industrias Reverte. Dos días desde que el mundo se abrió bajo sus pies y le mostró una verdad que nunca imaginó poder sostener.
Y aun así, allí estaba: sentada en el Maserati rojo de Leonard, con el pelo movido por el aire que entraba por la ventanilla, mientras un silencio extraño —cómplice y tenso a la vez— llenaba el interior del coche.
Se suponía que iban camino de la sede central del Conglomerado Blake. Esa era la teoría. La práctica… no coincidía en absoluto.







