Mundo ficciónIniciar sesiónEl sol del mediodía bañaba la terraza de la villa con una luz cálida, dorada, que hacía brillar el mar como una lámina líquida de cristal. El murmullo de las olas golpeando suavemente el muelle privado era más calmado que en días anteriores, como si incluso el océano celebrara que Leonard y Valeria hubieran sobrevivido a otra tormenta.
La mesa estaba servida de manera impecable: ensalada fresca, pescado a la plancha, una botella de vino blanco sudando sobre la cubitera y un pequeño cuenco de fresas cortadas. Una brisa salada movía las servilletas y jugaba con el cabello de Valeria mientras se acomodaba en su asiento.
Leonard llegó desde el interior de la villa, aflojándose el último botón del pu&







