Miró hacia atrás para notar que las personas seguían sacando fotos detrás de ellos y que otros corrían hacia el próximo coche que se estacionaba.

Se sintió como una celebridad pasando por la alfombra roja, aunque allí era de un color morado oscuro. Le parecía algo pomposo y exagerado para una fiesta de cumpleaños; sin embargo, se ocupó de los asuntos que la requerían allí. Supuso que los adinerados ya estaban más que acostumbrados y era necesario para seguir siendo reconocidos.

Caminaron lentamente por un pequeño tramo ondeante, siguiendo el camino de la alfombra, donde a un lado había una pequeña rotonda con un jardín circular prolijamente recortado y flores de diversos colores y, por el otro, dos grandes columnas blancas con una ancha escalera los recibían.

Elevó los ojos hacia la mansión que se levantaba frente a ella, observando los enormes ventanales colocados en la primera planta y en la planta baja. Un largo balcón la coronaba, decorado con telas, globos brillantes y flores bla