Posamos con la fogata de fondo, envueltos en la manta, nuestras caras bien juntas, ¡una foto preciosa! Caminamos hasta la casa abrazados y aun envueltos en la cobija, pasamos por el oscuro pasillo y llegamos a la puerta de mi habitación.
- Buenas noches Cris, gracias por este día - me giro para cerrar la puerta.
- ¿Estás segura de que no hay nada más que quieras preguntarme? – dice.
- Hoy no - niego con la cabeza.
- Dulces sueños hermosa – besa mi mejilla y se retira.
Por primera vez siento mariposas en el estómago, su imponente figura resalta a través de mis ojos, y su sonrisa encantadora es cada vez más seductora e irresistible 😳😳.
Decidí dormir con las cortinas abiertas, para que la luz de la luna entre por mi ventana, rápidamente me quedo dormida. A la mañana siguiente un ruido a lo lejos me despierta, la habitación está completamente iluminada con los primeros rayos de sol, miro el reloj y son las 07:06 AM. Me siento en la cama y lo primero que veo hace saltar mi corazón, Crist