Todo el camino a casa me fui perdida en mis pensamientos, casi como un piloto automático, conducía por las calles de la ciudad hasta llegar a nuestro domicilio en ciudad de los valles.
-Mamá, Mamá, ya llegamos, podemos bajarnos – me dice Lucas.
No me di cuenta de que ya estábamos estacionados afuera y que había quedado aun pensando en aquel titular que me rompió el corazón en mil pedazos. No puedo creer que Cristian se vaya a casar, si todo lo que hice fue para que cuidara su carrera, sin mi y sin su hijo iba a estar mejor, ahora resulta que a sus 27 años ¡se va a casar! ¡se va a casar!... claro ella debe ser mejor en todos los sentidos, debe ser hermosa, debe tener una carrera impecable, debe ser millonaria y ser perfecta para él. Dios no puedo con esto.
Mi teléfono comienza a sonar lo que me hace salir de mi estado de shock, contesto sin mirar quien es.
- ¿Hola? ¿Amiga? – la voz de Anto suena a través del altavoz
-Hola tía Anto – grita Lucas.
-Lucas de mi amor, ¿está tu madre? – pr