Llega la hora del té y la señora María me da a probar un pancito amasado de muerte cocinado a leña en su horno de barro, está para chuparse los dedos. ¡Comimos como si el mundo se fuera a acabar! Así que decidimos pasear los 3 por el terreno para bajar la comida. Vimos algunas cabras a lo lejos 🐐 y gallinas paseando a sus pollitos, ¡qué tierno era verlos corriendo detrás de su madre! 🐓 🐥.
- Si algún día tengo una casa, será una parcela, adoro la tranquilidad de lugares como este – expreso mis pensamientos en voz alta.
- Vente a vivir conmigo entonces, casi siempre estoy sola -bromea la madre de Cris.
- Es un lindo ofrecimiento gracias - respondo.
- Es que me aburro aquí sola y Cristian ya no me deja trabajar, por lo que hago algunas joyas artesanales para entretenerme y venderlas en la plaza – comenta.
- ¿Qué tal si hacemos una fogata al caer la noche? Hay un sector que designé para ello – da la idea Cris.
- Excelente, aunque me hubieras avisado antes para traer malvaviscos y galle