XXVI. ¿Esperabas por mí?
Punto de vista de Anastasia Wilde
La habitación está en penumbras, pero a través de las cortinas abiertas se filtra la luz de la luna y veo la silueta de un hombre cargando a mi hijo.
Todas las alarmas se encienden en mí y me voy acercando poco a poco, rezando por que la alfombra del suelo amortigüe mis pisadas.
Cuando estoy más cerca lo veo con mayor detalle y lo escucho, ¿está acunando y meciendo a James, mientras le tararea una nana?
¿Quién es este intruso?
De repente se gira y me asombro al mirar sus ojos profundos, como dos abismos sin fondo.
- ¿Andrew? - pregunto con dudas al reconocer a mi nuevo guardaespaldas- ¿Qué haces aquí en mi habitación?
Camino hasta el interruptor de la luz y lo enciendo, efectivamente es él.
Dejo el pesado objeto a un lado y me acerco para quitarle a James, que está medio adormilado entre sus fuertes brazos.
- El bebé estaba llorando y vine a ver si había pasado algo- me responde con su voz gruesa.
- ¿Llorando? - miro a mi hijo que está con sus ojitos