XXVII. No te enamores de ese hombre
Punto de vista de Anastasia Wilde
Víktor se acerca a mí con mucha confianza, como si nos conociéramos de toda la vida e incluso lo veo con la intención de abrazarme, solo que mira a mi espalda y se detiene su efusividad.
- Querida, pensé que ya no vendrías, sí que te demoraste, “sálvame por favor”- baja la voz y masculla entre dientes- Entonces cuál era ese asunto tan importante que del cual querías hablarme.
Agrega y me abre los ojos como diciendo, “por favor libérame de estas mujeres locas”
Nadie está viendo sus obvias señales, porque están a su espalda, pero ya las veo que están a punto de reaccionar, si no lo ayudo de manera inmediata, el círculo del terror se va a trasladar para nuestra posición.
-Víktor, disculpa la tardanza, por favor, ven conmigo que tenemos un asunto muy importante que tratar- le sigo el juego disimulando y salimos como dos viejos amigos, hacia la terraza del salón del hotel donde se celebra la fiesta.
A mi espalda siento como si mil agujas se me clavaran con