ARIA
El Alfa Lucciano nos saludó rápidamente y, después de lo que pareció una eternidad, nos dedicó una sonrisa cargada de suficiencia antes de hablar:
—Quiero una explicación de lo que ocurrió anoche. No es común que una hembra, un macho y un cachorro desaparezcan toda la noche y aparezcan a la mañana siguiente en estas circunstancias.
Seik comenzó a relatar todo lo sucedido la noche anterior, detallando por dónde aparecieron los Rogues y cómo se desarrolló la pelea. El Alfa Axel escuchaba con orgullo, mientras que mi maestro no podía disimular su expresion que reflejaba una mezcla de miedo y tristeza. Creo que temía lo que podría haberme pasado si el comandante no hubiera estado allí.
De repente, mi padre me dirigió una mirada y, con voz severa, preguntó:
—¿Se puede saber qué hacías en el bosque a esa hora, Aria?.
—Se supone que esa zona es segura y yo…—repliqué rápidamente.
—Bah, si estabas con el cachorro es porque querías que él corriera. Hace tiempo que debí enviarlo lejos