Ecos de mentiras (2da. Parte)
El mismo día
New York
Violet
Dicen que no todos reaccionamos igual ante una situación. Algunos explotan con rabia, como si la presión interna buscara una vía de escape inmediata. Otros se deshacen en lágrimas, incapaces de contener la avalancha emocional. Están los que se repliegan en un silencio que pesa más que cualquier palabra, y aquellos que, con sorprendente destreza, se colocan una máscara de normalidad para engañar al mundo… y a sí mismos.
Como doctora, no puedo evitar hacer la comparación con un tratamiento médico. Puedes seguir el protocolo indicado, administrar la dosis correcta y monitorizar los signos vitales, pero la verdadera respuesta del organismo solo se revela con el tiempo. He visto cuerpos que parecían rendirse despertar de pronto con una fuerza inesperada, y otros que, aun aparentando fortaleza, se deterioran sin aviso. El cuerpo, al igual que la mente, tiene sus propios tiempos y reacciones ocultas.
Las crisis emocionales son, en esencia, igual de impredecibles.