En la arboleda el Alfa Dylan observaba a la familia real, estaba de cacería con varios de sus hombres, había percibido un aroma desconocido, por eso se desvió de su rumbo. Con su visión aguda de lobo observo movimientos a lo lejos y al mirar detenidamente descubrió a una mujer sentada encima de una roca se fijó que miraba hacia arriba y al ver para allá vio a dos niños encaramados en ese inmenso árbol. Fue ahí cuando reconoció el aroma de los vampiros.
Frunció el ceño al reconocer a la reina y balbuceo para sí mismo.
—Esa es la esposa de ese maldito rey vampiro, entonces… Esos deben de ser sus hijos. Vaya, pero que hermosa oportunidad para vengarme por la muerte de mi hijo.
Estaba a punto de ordenar a sus hombres que los atacaran cuando otros movimientos lo alertaron, fijo su aguda mirada y vio a los guardias reales. Una ráfaga de viento cruzó entre los lobos apostados entre los árboles, llevándose el olor lobuno hacia los otros que estaban a lo lejos. Y eso fue lo que percibió la rei