Yazmin parecía algo incómoda al darse cuenta del malentendido, pero rápidamente se serenó y preguntó.
—¿Por qué no se lo has dicho?
—¡Hay cosas que quiero hacer por mí misma!
Ximena deseaba demostrar que podía estar a la altura de Lisandro, su esposo, y no depender siempre de él, viviendo con dignid