—¡Sofía no piensa eso! Y tú tampoco deberías verte a ti misma de esa manera. Eres increíble, competente, íntegra y bondadosa. Quienes te conocen y quieren ser tus amigos no malinterpretarán tus intenciones —respondió Lisandro, acariciando suavemente la cara de Ximena.
Ella miró a Lisandro con los oj