Un par de minutos después los hermanos y la madre de Michael llegaron a la sala de juntas.
-Buenos días, lamentamos la demora.
Saludó Eliss.
-Gracias por venir.
Por favor, todos tomen asiento.
Se sentaron al rededor de la mesa y el padre de Michael se quedó de pie mirando a su hijo con una sonrisa siniestra.
-Esta reunión se ha realizado para informarles algunas cosas, su hijo, Michael Adams, vino a hacer oficial que ya no pertenece a esta empresa y que no piensa volver.
Es una pena, pero no hay nada que podamos hacer por él, sin embargo, una decisión cómo esa tiene consecuencias y voy a ser muy claro.
Cualquiera de ustedes que lo ayude o le ofrezca una mano cuando viva en la miseria, se arrepentirá, si son socios romperé mi sociedad con ustedes y les bloquearé el mercado, saben que puedo hacerlo, en cuánto a ustedes, Eliss y demás hijos míos, si lo ayudan terminará en la calle igual que él.
No necesito decirles por qué, es muy claro que o están conmigo o están en mi contra.
-¿Para e