-Buenas tardes señores, para mí es un placer especial poder trabajar en conjunto con ustedes, aunque únicamente sea socia del señor Michael Adams, me alegra conocerlos.

Anya H. Lincoln saludó a los socios presentes y extendió su mano a los hijos de Michael Adams pasando por Eliss, hasta llegar a Michael.

-Señor Michael Adams, es un placer para mí conocerlo. Usted es muy famoso en el mundo de los negocios, es gracias a usted que la empresa se ha mantenido como la mejor en su ramo.

Le extendió la mano y este correspondió el saludo, siendo discreto igual que ella, si ella fingía no conocerlo, él también fingiría que no la conocía, aunque ahora tenía muchas dudas.

¿Quién era esa mujer?

¿Para quién trabajaba realmente?

¿Estaría de su lado o del lado de su padre?

¿Había estado fingiendo todo ese tiempo?

Demasiadas preguntas sin responder.

-Lamentablemente, mi hijo está decidido a no continuar en la empresa.

Es una pena, ya que es muy hábil en eso.

-Pero no se preocupe, ya encontra