Alicia sonó tan amenazante que la mujer retrocedió, miró a Nathan buscando aprobación para irse o quedarse.
Él sólo asintió con la cabeza y rodeó la cintura de Alicia con un brazo. Frustrada la mujer se marchó.
-¿Así que piensas complacerme esta noche?
-Por supuesto que no. O tal vez...
Alicia le sonrió de forma seductora y perversa.
-¿Me permitirías complacerte esta noche?
-Ja ja ja. ¿Complacerme o utilizarme para satisfacerte?
-La opción que más te guste... Por mí está bien.
-Mira allá, creo que ese hombre es un buen ejemplar para pasar la noche.
Nathan señaló a un hombre bastante atractivo y de buen porte, la gente que solía asistir a esos lugares era bastante adinerada.
-¿No quieres que vaya contigo a casa?
¿Me tienes miedo?
Ya sé, sigues resentido por lo que sucedió entre nosotros.
-No diría que resentido es la palabra que describiría como me siento.
-¿Entonces cuál?
-Me siento dolido, no porque me hayas seducido.
Eres sexy y cada segundo dentro de ti valió la pena.
Me siento do