¡Sofía!Un grito desgarrador salió de su boca, era demasiado tarde, Sofía se había marchado, lo había abandonado. Se le había hecho tan fácil renunciar a él sólo por dinero, esto rompió el corazón del hombre que no hizo nada más que tirarse al césped y llorar como un niño desconsolado, a sus ojos lo había perdido todo y no podría recuperar nada, aunque su padre le devolviera su cargo de CEO ya no le importaba nada, había perdido lo más importante, había perdido a su esposa. Una esposa terriblemente ambiciosa que ni siquiera él conocía bien, pero en este momento no tenía cabeza para darse cuenta de eso, Sofía no era muy diferente de Ashley, más tarde cuando estuviera más tranquilo tendría tiempo de meditar eso.Después de unos minutos que para él parecieron horas, abrió los ojos y la luz del sol le dio directo a la cara así que no podía ver con claridad. Una silueta estaba parada frente a él y lo llamaba por su nombre y otras palabras cariñosas.-Michael, Michael.Amor. Mi amor.Michae
Mientras las dudas y la desconfianza comenzaban a hacerse un espacio en la cabeza de Michael, Sofía subía con el té listo. Él ni siquiera se había quitado la ropa, al entrar lo vio sentado meditabundo y sintió pena por él, fingió estar molesta e hizo un mohín con la boca.-Aquí está el té, ni siquiera te has quitado la ropa.Vamos, tómalo antes de que se enfríe. Yo te ayudaré a quitarte la ropa.-...-Michael, se que ese sueño te perturbó, pero de verdad no tienes nada de qué preocuparte, yo no voy a abandonarte. Mientras él la miraba con dudas ella lo miraba con ternura, comenzó a quitarle la ropa, empezando por los tenis y finalizando con las bermudas. Al verlo casi desnudo una sonrisa pícara asomó en su rostro. Su abdomen, su pecho, sus piernas, todo su cuerpo estaba perfectamente esculpido y le invitaba a probarlo, tragó saliva un momento y mientras el hombre bebía su té comenzó a quitarle los bóxers. Miró hacia arriba para ver la expresión de su esposo que pronto cambió a una de
Michael embestía una y otra vez a Sofía esta vez sin contenerse, estaban en la ducha así que no importaba si la mojaba o no, por lo que sus piernas estaban húmedas del cálido semen de su esposo, mientras ella gemía y jadeaba cada vez más rápido.-¡Aah!¡Uhh!¡Aaah! ¡Aaah! Sí. ¡Aaah!¡Aaah! ¡Aaah! ¡Aaah! ¡Aaah!¡Sí! sí. sí. Así. ¡Aaah!Se inclinó un poco y sus glúteos abarcaron completamente las caderas de Michael que entendía el significado de eso. Quería que la embistiera más fuerte, ¡quería más placer!Con una mano acarició la entrada de Sofía al mismo tiempo que la embestía y gemía. Ella por su parte uso su mano derecha para acariciar con suavidad el miembro de su esposo, duro, grueso y deliciosamente húmedo. En un vaivén de caderas y caricias la pareja gemía desperada de tanto placer.-¡Aaaah! -¡Aaaah!-Uuh. -¡Mmm!-¡Uuh! ¡Aaaah!Sí, así Sofía, acarícialo. Más, me encanta... Mmm. Sí. Aaah.. Sí. Aaah.¡Aaah! Amor. Siii. Aaah, sí.Con la otra mano libre Michael comenzó a acariciar
-¡Te casarás! Ya he arreglado todo, hoy vendrán por tí y firmarás un contrato prematrimonial, te irás y no volveré a verte nunca ¡maldita bastarda!Dijo Irina a su hija Sofía dándole una patada en el estómago. -¿Por qué me odias tanto? ¡Eres mi madre, se supone que debes amarme!Sofía se quejaba, pero Irina no contestó, la había odiado desde el día en que se enteró que estaba embarazada de ella. Intentó venderla muchas veces pero siempre algo lo arruinaba todo, esta vez lo había logrado a través de un intermediario por nada menos que 100 millones de dólares, no conocía al comprador pero esperaba que fuera tan malo con ella que la hiciera desear estar muerta.Dos horas más tarde un hombre sudoroso de unos 200 kg tocaba a su puerta. Irina abrió y dejó entrar al sujeto de mirada hosca.-Vengo por Sofía, aquí está el contrato, sólo tiene que hacerla firmar y el dinero será transferido a su cuenta. Mientras más rápido firme mejor será para todos.-¡Sofía! Ven aquí estúpida.Gritó Irina ar
-Mi... ¿Mi esposo? -Así es, ¿por qué te sorprende? Le dije al gordo Jack que te lo informara en cuanto subieran al avión.-¡Pues no lo hizo!-Bueno, eso ahora ya no tiene importancia, mi nombre es Michael Adams y soy tu esposo, como te habrás dado cuenta firmaste un contrato que te prohíbe divorciarte de mí, así que más vale que te acostumbres y empieces a amarme porque no te dejaré ir.Sofía estaba atónita, durante todo el día había pensado que su esposo era aquel hombre gordo y sudoroso que había negociado con su madre y además la había golpeado, no obstante, descubrió que no era así, al parecer todo había sido una farsa para engañar a su madre, si Irina hubiera sabido que este Adonis era quien estaba pagando por ella la habría ocultado hasta por debajo del agua antes que dejarla ir con él. Para Irina Sofía no merecía ser feliz, menos con alguien como él; guapo, atractivo, elegante, adinerado y sexy... -¿Amarlo? Yo ya tenía a alguien antes de venir aquí y usted me apartó de él. ¿Po
-¿Qué? Eso nunca pasará. ¡Jamás amaré a alguien como tú!Como pudo apartó a Michael de su cuerpo y recuperó la compostura, no sabía exactamente que le había sucedido pero había perdido el control en un instante, eso no podía volver a sucederle o terminaría perdiendo más que su control con ese hombre que aunque era muy apuesto la había apartado del que ella pensaba era el amor de su vida, eso jamás se lo perdonaría.(No puede ser, mis pantis están mojados. Este hombre...)-Yo no estaría tan seguro si fuera tú, ni siquiera te besé en los labios y ya estabas gimiendo, estoy seguro que, en poco tiempo estarás suplicando porque te haga mía, pero no te preocupes no soy rencoroso, si me lo pides te complaceré, después de todo estaremos casados hasta que la muerte nos separe. Ja ja ja.Después de haber dicho eso Michael se dio la vuelta y salió de la oficina, Sofía corrió detrás de él, aunque no quería tenerlo cerca necesitaba preguntarle algunas cosas como por ejemplo, ¿dónde se suponía que
-¿Juntos?Sofía estaba en shock, acababa de tener un acercamiento muy íntimo con el Adonis, su alma no había regresado a su cuerpo, ni siquiera había tenido tiempo de asimilar que ese hombre tan guapo era su esposo y no el gordo asqueroso de hace unas horas y ahora el hombre le había dicho que se bañarían juntos. Eso significaba que la vería desnuda.-¡Desnuda! Nunca nadie me ha visto desnuda, ¿acaso me hará el amor en la ducha? Pero yo jamás lo he hecho con nadie. ¿Y si me duele?La joven estaba entrando en pánico, todas las ideas que llegaban a su mente eran aterradoras para ella, nunca había estado con un hombre, tampoco la habían visto desnuda antes, su única experiencia sexual había sido el asqueroso beso de lengua que le había dado su novio del que estaba muy enamorada, después de eso le prohibió volver a hacerlo, en aquella ocasión se había sentido sucia y ultrajada, aunque fuera el amor de su vida quien la besara no quería volver a hacer algo como eso jamás.-¡Ya te dije que n
-¡Usted no es nada mío y no me pertenece!Espetó Sofía molesta. No podía aceptar que lo que veía le gustaba, eso sería admitir que el hombre le atraía. (Tengo novio, tengo novio esa cosota no puede gustarme, no le pertenece a mi novio)-Si ya terminó de bañarse salga, necesito terminar de bañarme y no me gusta que me miren mientras me baño.-Interesante, porque tú me mirabas como si fueras a comerme y yo no te pedí que cerraras los ojos, ja ja ja. Respondió él en tono bromista, echando un vistazo a Sofía para ver su precioso rostro ruborizado. Se sentía muy orgulloso de su apariencia física así que estar parado desnudo frente a ella no le generaba la más mínima vergüenza.-Si gustas puedo ayudarte, así terminarás más rápido.Ella negó con la cabeza a la velocidad de la luz antes de que el hombre siquiera se atreviera a meterse con ella a la bañera.-Lo haré yo, por favor salga.Por su parte, él no tenía intenciones de obligarla así que se dió la vuelta y se marchó. Rápidamente Sofía