Cinco minutos más de aquel frenesí y Michael volvió a girar a su esposa para tenerla acostada de frente y con las piernas completamente abiertas, mirando su miembro con los ojos brillantes mientras el repasaba con la vista su rostro, sus pechos, su abdomen, su vientre y su exquisita entrada que pedía a gritos ser tomada.
Se acostó con cuidado sobre ella y la besó apasionadamente en los labios, ella le correspondió y lo rodeó con sus brazos, al mismo tiempo atrapó el miembro de su hombre con sus piernas y sintió como las iba empapando con su cálido semen y la agitación volvió a ambos.
-¡Aaah!
¡Aaah! ¡Michael!
¡Aaah!
¡Sí!
¡Mmm!
-¡Aaah!
¡Mmm!
¡Me encantas Sofía!
-Y tú a mí.
¡Uhh!
¡Mmm!
-Sofía, voy a...
Beso a beso bajó hasta su pelvis y comenzó a besar sus labios y su entrada con suavidad, lo que hizo estremecer a la joven.
-¡Uuuh!
¡Mmm!
Al ver que la joven no protestaba decidió continuar, mordiendo sus labios. Con su lengua acarició su clítoris levemente sintiendo un oleada de placer qu