Durante el día Nathan y Alicia no cruzaron palabra salvo para hablar del desayuno.
Michael en su oficina trabajaba incansablemente, tenía planeado pasar el fin de semana en su casa de vacaciones solo con Sofía y para eso debía tener todo listo en la oficina.
Más de dos semanas transcurridas y sin noticias de Justin, Ashley e incluso de Alison, en su interior Michael sabía que probablemente cuando aparecieran lo harían al mismo tiempo, no por algún plan sino porque siempre le sucedía, los problemas siempre se le juntaban después de un largo tiempo libre de ellos.
Al llegar la noche todos se retiraron a casa con excepción de Alicia y Nathan, estuvieron armando carpetas de informes sobre actividades de la empresa y llegadas las diez de la noche Nathan se acercó a ella y le susurró al oído con una voz tan grave y seductora que la hizo estremecer.
-Alicia, es hora de irnos, tú y yo tenemos algo pendiente que terminar.
-Claro abogado Nathan, no lo he olvidado.
Alicia se levantó de su lugar