Ambos enredaron sus lenguas con desesperación, como si llevaran siglos separados, ciertamente llevaban algunas semanas, pero por como actuaban parecía que había pasado más tiempo entre ellos, la boca húmeda y caliente de Nathan hacía que Alicia no quisiera separarse, sin embargo, el aire le faltaba, tuvo que empujarlo levemente para poder apartarlo y tomar aire, este aprovechó para hacer lo mismo y luego con voz ronca por la excitación le dijo:
-Estoy aguantándome para no correrme, pero ya no puedo más y un segundo después comenzó a embestir a Alicia, primero suavemente y después con más fuerza haciéndola gemir, jadear y gritar una y otra vez su nombre.
-¡Aaaah! ¡Mmm! ¡Nathan!
¡Nath! ¡Nath! ¡Mmm! ¡Aaaah! ¡Si...!
-¡Alicia...! ¡Aaah! ¡Aaah! ¡Aaaah! ¡Aaah! ¡Maldición mujer! ¡Aaaah!
-¡Aaaah! Vamos más rápido, por favor.
-A sus órdenes. ¡Mmm!
Los gritos eran cada vez más intensos, menos mal que nadie entraba a trabajar a esa hora.
-¡Si! ¡Aaaah! ¡Mmm! ¡Aaah!
-¡Mmmm! ¡Aaah!