Capítulo 239: Déjamelo a mí, sé cómo manejarlo.
-Alicia...
Nathan llamó y movió a Alicia varias veces hasta despertarla. Esta última se estiró y bostezó antes de preguntarle la hora.
-¿Qué hora es?
-Casi las seis.
-¡Demonios!
Alicia se apresuró, entró al baño de Nathan y le puso seguro a la puerta para que este no entrara y no tuvieran otra ronda que les impidiera llegar temprano al trabajo, después de bañarse salió con prisa del lugar y tomó un taxi, Nathan sólo la observó, no tuvo tiempo de impedir que se fuera, ni de prepararle un café. Decidió hacer lo mismo que Alicia y tiempo después partió al trabajo.
Al llegar a la oficina encontró a Alicia muy concentrada en sus actividades y sólo le solicitó cosas pequeñas antes de adentrarse de lleno en lo suyo.
-Alicia, buenos días. Necesito que me pases las llamadas sólo si son asuntos importantes, las demás ignóralas o reagéndalas para la próxima semana, por favor.
-Si, señor.
-Estaré en mi oficina todo el día, si necesitas algo, entra sin tocar.
-Si, señor.
Después de recibir in