Camila.
Estando encerrada en estas cuatro paredes me doy cuenta de una cosa… Debí haber matado a Catherine cuando tuve la oportunidad.
Estoy segura de que con el daño que le hice, debió perdido a su bebé.
Lo que daría por ver su cara de sufrimiento y amargura. Quiero que sufra lo que yo sufrí todo este tiempo.
Odio a Catherine con todo mi ser y la odiaré siempre. No me arrepiento de nada, yo tuve mis razones para hacer lo que hice.
— Estás nerviosa, da las gracias de que no te llevarán a una cárcel.
— ¿Crees que estar aquí me alegra?
Eliot se queda quieto mirándome.
— Este es el precio que debes de pagar.
— No, me niego rotundamente.
Él sonríe de forma maliciosa y se pone de pie.
— ¿Has olvidado lo que me hiciste?
Retrocedo varios pasos
— Tú te lo merecías, yo solo me defendí.
— Camila, aún tienes que pagar por lo que me hiciste— dice apretándome el cuello.
— Suel… suéltame.
Trato de quitarme su mano en el cuello. En eso entran los enfermeros y me auxilian.
— Quite su