Mia.
Salimos de la cuidad sin notificar nuestro pequeño viaje, bueno, no es como si existiera alguien a quien le importara.
Durante el camino quise preguntarle a Zack muchas cosas, pero parecía distraído mirando hacia la ventana desde nuestro asiento de primera clase.
Al parecer el viaje solo me emocionaba a mí y me sentía mal por eso. Zack ya no parecía el mismo chico divertido y alegre, era totalmente diferente ahora. Miraba su celular a cada instante como si estuviese esperando un mensaje.
- ¿Esperas un mensaje de Catherine? – le pregunté para romper el silencio- te noto un poco ansioso.
-No- respondió a secas. -Zack, te conozco, si ella te hubiera escrito antes de subir el avión sin duda abandonarías el viaje y tu contrato.
-Dejaré el teléfono de una vez- dijo apagándolo e ignorando mis palabras.
-Si yo no hubiese venido contigo ¿A quién traerías?
-Si no eras tú no sería nadie.
-Que hay de Tania, cuando la encontré en la entrada insistió en que le diera tu dirección.
- ¿Hablas de