Luego de nuestra primera vez, vinieron muchas más, pero como ahora vivíamos con el niño, teníamos que ingeniarnosla para hacerlo.
Algunas veces en el asiento trasero del auto:
Yo estando arriba de él, ambos con ropa, pero siempre llevaba una falda por si acaso, de esa manera era más fácil, me quitaba la ropa interior y listo o a veces no llevaba.
-Carla el auto se está moviendo mucho- Gruñó debajo de mí mi esposo- Nos van a descubrir
-¡Qué importa! - Grité entre gemidos y sin bajar la intensidad de mis movimientos.
Él sonrió maravillado
-No te tenía así, Carlita-
-Hay muchas cosas que no sabes de mí- ronronee
Otras veces lo hacíamos en su oficina:
-Señor, su mujer está aquí
-¿Mi mujer?
-Hola mi amor- entré a su oficina cerrando la puerta con cerrojo
-¿Sucedió algo? No esperaba esta visita
-No…- exclamé con voz suave y sensual, rodeando su escritorio- Solo te extrañaba mucho
Luego deslicé su asiento con rueditas hacia atrás, con él encima y me metía debajo del escritorio.
-¿Qué e