La mañana siguiente llovía y hacia mucho frio. El ambiente era bastante triste.
— Preciosa, despierta. — Le dijo Luciano a su novia. — Hoy vamos a explorar la montaña.
Al escucharlo, Becca se colocó una almohada en la cabeza, claramente no se quería levantar.
— No me obligues a sacarte de la cama. — Dijo el en una amenaza "juguetona". — Vienen Eli, Cookie y Chris... será un gran día.
— No quiero... — respondió ella.
— Vamos, te traje chocolate y te prepare un baño— Dijo levantándola como una princesa.
— Luci, yo solo quiero dormir. — Dijo ella rodeandole el cuello con los brazos.
— Tenemos que bañarnos. — Comentó el hombre llevándola al baño. — Hay que estar presentables.
— Me siento agotada
Tomaron un muy largo baño de burbujas con un suave olor a rosas.
Luciano se dedicó a consentirla mientras estaban en la tina. Lavó su piel y su cabello con extrema delicadeza.
Becca miraba