Un rato más tarde, mientras seguían escuchando música, Lucian se montó en una ventana con ayuda de Adriano y arreglo algunas figuras con luces. Desde afuera, los chicos les decían si las luces se veían bonitas.
Tras un momento, ellos mismos bajaron a ver su creación. Habían renos, muñecos de nieve y lluvia de luces en todas las ventanas de la casa
La familia subió al departamento, pero Luciano y Becca se quedaron un poco más en el jardín.
Caminaban descalzos de manera despreocupada, sin mirarse el uno al otro, como si estuvieran avergonzados.
— Gracias por venir, Luci... Significa mucho para mí el que estés con nosotros hoy. — Comento ella, tomándolo del brazo.
— Ha sido divertido, esperaba más lecciones sobre Cristo y esas cosas, considerando que tú papá es un reverendo. Pero estuvo bueno. — Respondió con una sonrisa.
— Me alegro que no te incomodara, él sabe que la navidad es un robo... no te preocupes. — Becca sonrió — Oye, seguí tu consejo, y dejé mis trabajos. Decidí que lo qu