Acompañando Al Yerno Al trabajo
Ilya detuvo el coche frente al edificio industrial que había estado arrendando para su empresa, la nieve cayendo de manera constante sobre la ciudad de Nueva York, creando una capa espesa que cubría el suelo. El viento helado soplaba entre los edificios y el aire frío parecía cortar la piel. En el asiento del copiloto, su suegro Kiran se veía completamente fuera de lugar.
El hombre siempre había tenido una fascinación particular por vestirse de una manera que no correspondía con el clima neoyorquino. Hoy no era la excepción. El hombre, de cabello rubio y piel bronceada por naturaleza, lucía un enorme abrigo claro de lana, su cuello alto cubriendo parte de su rostro, pero lo que realmente llamaba la atención era su descomunal atuendo que lo hacía ver aún más fuera de lugar en medio de la tormenta invernal.
Ilya