Primer Encuentro
Cassandra nunca olvidaría el momento exacto en que lo encontró aquel día, tan claro en su mente como si hubiera sido ayer. Esa tarde, el aire estaba cargado con la humedad de la ciudad, la neblina del atardecer ya comenzaba a cubrir las calles mientras ella cerraba la tienda. Su tía Star aún no había regresado y Cassandra, acostumbrada a la tranquilidad de la tienda vacía, estaba a punto de terminar el día cuando escuchó algo en la tras tienda cuando se preparaba a llevar la basura al contenedor.
Un ruido sordo, arrastrado por el viento, le hizo detenerse. Un sonido, más allá de la rutina diaria de los coches y los peatones, algo que no podía identificar de inmediato. Se acercó al pasillo trasero de la tienda, donde las cajas vacías y los estantes de productos almacenados se alineaban sin vida. Abrió la puerta trasera y fue entonces cuando lo vio, desplomado en el suelo, casi una sombra entre las sombras.
El hombre estaba allí,