CAPÍTULO 45**

— Entonces, ¿hay algo que deba saber sobre estar en el palacio ? Nunca he ido antes, así que no quiero parecer tonta frente a tus padres.

Es comprensible que esté preocupada por cómo comportarse, así que trato de tranquilizarla.

— No, realmente no. Mis padres son discretos. Conociéndolos, se burlarían de las formalidades y demás, a menos que se trate de una reunión más formal, lo cual no es el caso. No me preocuparía demasiado por eso, honestamente.

Ella toma un sorbo lento de su copa de vino y asiente, dejando la copa sobre la mesa frente a ella. Se ve más seria, y pronto entiendo por qué.

— ¿Y tú ? ¿Qué esperas de mí durante mi visita ? —pregunta.

Entiendo rápido. Está intentando averiguar si mi comportamiento amable con ella es solo para impresionar a su manada, y si voy a imponerle cosas durante su estancia. Entiendo por qué siente la necesidad de hacer esta pregunta, pero sé que proviene de un lugar de miedo y malestar.

Tomo un sorbo de mi propio vino antes de responder.

— No hay ninguna expectativa.

— ¿Esperas que te crea ?

— ¿Te he dado alguna razón para no hacerlo ?

Ella sacude la cabeza.

— No. No lo has hecho. Lo siento, es solo… —se interrumpe.

— ¿Es solo qué ? —pregunto, y ella mira su copa de vino. Cuando no responde, continúo— : Ivy, no espero nada de ti. Vienes como invitada y como intérprete para el baile. No soy un idiota de Alfa como el de tu manada, y cuando vengas a visitar la mía algún día, verás claramente cómo debería comportarse un verdadero Alfa.

— Me gustaría eso algún día —dice, haciendo una pausa, como si dudara en contarme algo, en abrirse a mí. Luego me lanza una confesión— : Planeaba irme antes de que llegues a Red Moon.

Iba a huir. Convertirse en una vagabunda.

— ¿Qué te detuvo ? —pregunto. Ella me mira directamente a los ojos entonces.

— Llegaste temprano.

Nuestro camarero regresa con nuestros platos, colocando las bandejas frente a nosotros con cubiertos y una nueva botella de vino.

— Bueno, me alegra que mi llegada haya cambiado eso, porque si no, no habría sabido nada de todo esto. Y sobre todo, no habría podido pasar tiempo contigo, ni en Red Moon ni ahora.

Veo cómo sus hombros se relajan ligeramente. Extiendo la mano y lleno nuevamente su copa de vino mientras ella huele su plato.

— Supongo que tienes razón. Perdón por estar tan a la defensiva. Es una respuesta natural a este punto. Hablemos de otra cosa y vamos a comer, ¡esto huele increíble !

— Estoy listo. —Es todo lo que digo antes de cortar mi filete y ofrecerle el primer bocado de mi plato. Ella mira el trozo de carne en mi tenedor, luego se inclina y lo toma con la boca.

La escucho suspirar levemente mientras se cubre la boca para masticar, y sus ojos se abren de par en par.

— ¡Está increíble ! Me alegra haber seguido tu consejo y haberlo pedido. —dice, todavía con la boca cubierta.

Comemos durante unos treinta minutos, hablando sobre Iron Wolf y sus presentaciones, así como sobre nuestros gustos, disgustos y cosas favoritas. Descubro que tenemos mucho en común, y parece estar mucho más cómoda conmigo ahora que hemos pasado más tiempo juntos.

Abro la puerta del restaurante para que ella salga primero. Mientras caminamos hacia el coche, se da vuelta y retrocede mientras intenta hablarme.

— Fue genial. Gracias por invitarme.

Estoy a punto de responder, pero ella tropieza, y me apresuro a atraparla antes de que toque la acera. Mi brazo izquierdo rodea su cintura, atrayéndola hacia mí. Ella coloca sus manos sobre mis hombros mientras la sostengo, respirando con dificultad y mirándome intensamente.

La pongo de nuevo sobre sus pies, pero mantiene sus manos sobre mí. La sensación de una suave corriente por nuestro vínculo recorre mi piel, incluso a través de la ropa.