143. Provocarme
Lana entró en la habitación con el corazón aún latiendo desbocado. Eryx la seguía de cerca, su presencia eran dominante haciendo que el aire se llenara de su aroma embriagador, más cargado. Sarah dormía plácidamente en los brazos de su padre, su cabecita apoyada en el pecho ancho y desnudo de Eryx, mientras Samuel se removía ligeramente en los de Lana, emitiendo un suspiro suave que le apretó el pecho de ternura.
Pero debajo de esa calma superficial, algo más profundo ardía.
Lana no quería mirar en dirección a Eryx porque se sentía demasiado vulnerable.
Antes, cuando él la trajo de vuelta no era consciente de lo que pasaba a su alrededor, pero ahora, todo parecía imposible.
"¿Cuándo hubiera imaginado que el Alfa sangriento acunaría a sus cachorros cariñosamente?"
Ella jamás hubiera pensado verlo actuar tan cariñosamente.
"Son sus hijos, Diosa Luna. Pero aún así no me lo esperaba, ¿Por qué él no dudó que eran suyos? Estuve ocultando el aroma de Samuel y de Sarah cuando él apareció."
La