El debate sobre cómo utilizar la información y cómo contrarrestar a los Guerreros Oscuros fue interrumpido de forma brutal.
"¡Están aquí! ¡Al Este! ¡Los Guerreros Oscuros!" El aullido de advertencia resonó en el valle.
El ataque fue repentino y violento, los Guerreros Oscuros, evidentemente, no se detendrían hasta recuperar a Seth o asegurarse de que él y la reliquia cayeran en sus manos.
"¡Alfas y Guerreros, a la defensa! ¡Talia, lleva a los débiles al refugio interior!" Ethan gritó, tomando su cuchillo.
Lía se encontró paralizada por un instante, su loba, la que se había escondido bajo el peso del rechazo, temblaba.
"¡Lía, no te quedes quieta!" gritó Ethan, que ya estaba inmerso en una batalla de tres contra uno, moviéndose con una destreza mortal.
Un Guerrero Oscuro de rostro tatuado se abalanzó sobre Lía "La renegada," gruñó con desprecio "Un trofeo fácil."
El insulto, la referencia al desprecio, fue la chispa que encendió la pólvora, Aiden, su rostro, su traición, la idea de que