Elizabeth. -
Mis ojos ya estaban encandilados por los flashes de las cámaras. Ya quería irme y desaparecer por una semana, mis pues me dolían y el estómago lo sentía apretado.
El lugar estaba repleto, me sentía demasiado incomoda. Este no era mi lugar, pero debo ser fuerte y pensar que esto lo hago por mis niños.
En eso estoy, cuando observo entrar a mi madre y a mi hermana, las reinas del drama y la atención. Teressa no podía quedarse atrás ante toda esta parafernalia que era el concurso, como si fuera otra de las candidatas, llegó con un vestido blanco como la nieve. Literal, parecía una novia virginal intentando opacar a las participantes y mi madre, como siempre, apoyándola.
— Hija – Se acercan a mí y mi madre me escanea de arriba abajo buscando un pequeño detalle que esté fuera de lugar –. Joel definitivamente es un experto, estás perfecta –Al decir eso mi hermana giró su cabeza.
— ¿Sabes si Joel está buscando trabajo? –Pregunta con su típica sonrisa cínica – Necesito un a