~ "Una vez soñé
Que en algún lugar
Yo podría ser alguien
Si lograse amar" ~
Debajo del reflector, un hombre con su uniforme militar sostenía la mano y la cintura de su hija.
El orgulloso general Winfield bailaba con Samantha, moviéndose lentamente al ritmo de otra melodía de Disney de, “No importa la distancia”.
Mientras Samantha miraba a su padre con una sonrisa, apoyando la mano en su hombro, escuchó a Winfield decir: "Te ves muy feliz, Sam. Nunca te había visto tan feliz".
Los ojos de Samantha brillaron. Su sonrisa se ensanchó antes de admitir: "Estoy muy feliz, Papá, pero estaría más feliz si tú y mamá hicieran las paces".
"Estamos bien", respondió Winfield con seguridad. Se giró hacia donde estaba sentada Sarah y le sonrió. "Pues... al menos no me está evitando".
Pasaron los segundos y, a medida que avanzaba la canción, Samantha apretó su abrazo, relajando la cabeza sobre su pecho. Ella reveló: "En Monroe, siempre me pregunté cuándo nos abrazaríamos de esta manera".