Cap. 77: Cupido oscuro, activado.
En el departamento familiar, la tarde se filtraba por las ventanas con un sol tenue. Dafne estaba en el estudio, concentrada frente a su portátil. A pocos metros, Luis hablaba animadamente por video llamada con su hijo mayor, Nicolás, que aparecía en pantalla desde una residencia universitaria en Los Ángeles.
Justo entonces, Mara y Armando entraron en la sala con paso silencioso y cómplice, como si tramaran algo.
—¿Podemos interrumpir? —preguntó Armando, acomodando los rizos rebeldes que le caían sobre la frente.
Dafne alzó una ceja sin apartar la vista del documento en pantalla.
—Si es algo importante, sí. Pero si van a salir con que invitaron a todos sus primos a una pijamada otra vez, no cuenten conmigo para convencer a las madres —bromeó, cerrando la laptop y girando la silla para darles atención completa.
—¿No me piensan saludar? —intervino Nicolás desde la pantalla, divertido—. ¿O es que ya se olvidaron de su hermano favorito?
Mara rodó los ojos con teatralidad.
—Hola, Nico —rep