Cap. 47: ¡Se llevaron a los niños!
Los ojos de Lisandro chispearon de furia, pero no respondió. El técnico del laboratorio apareció en ese momento, llamando al primero por nombre.
—Señor Elizalde.
Lisandro fue el primero en pasar. Entregó sus datos con expresión tensa y dejó que le tomaran la muestra de saliva sin decir palabra.
Después fue el turno de Iker. Mientras él entraba, Amelia se sentó junto a Teo, acariciándole el cabello con ternura. El niño no hablaba, solo observaba todo con los ojos muy abiertos.
Finalmente, Amelia entró con el niño. Al salir, Lisandro ya se preparaba para marcharse, pero antes de irse, se acercó a Teo.
—Teo —dijo, con una sonrisa que intentaba ser cálida, pero tenía un trasfondo de posesión—. Yo soy tu papá. Muy pronto vamos a estar juntos, como debe ser.
Amelia lo fulminó con la mirada. Iker soltó un resoplido.
Lisandro los miró a ambos con una sonrisa torcida, luego se giró y se marchó sin decir nada más.
Amelia respiró hondo y bajó la mirada hacia Teo, que seguía en silencio.
—¿Estás