Cap. 16: ¿Qué clase de psicópata eres?
Amelia giró. Teo estaba en la puerta, con su bata de ositos puesta, el cabello alborotado y la mantita azul arrastrando detrás de él como una capa de superhéroe.
—¿Tienes una cita? —preguntó, frunciendo el ceño como un pequeño investigador privado.
—Eh… sí. Con Clarissa y unas amigas de ella —improvisó Amelia, sonriendo.
Teo la miró de arriba abajo, con la seriedad de un académico a punto de dictar una tesis.
—No pareces ir a una reunión de abogadas —dijo con tono sabiondo—. Pareces… como cuando la doctora Brenner vino a presentar su teoría del entrelazamiento cuántico y todos los científicos varones se quedaron boquiabiertos.
Amelia se aguantó la risa.
—Bueno, quizá quiero que Clarissa se sienta orgullosa de mí —dijo, encogiéndose de hombros.
Teo la observó un segundo más y luego sonrió.
—Te ves bonita, mamá. Como una estrella en la gala de los Nobel. Pero no dejes que ningún hombre te diga que tu coeficiente intelectual es intimidante. Ellos deben agradecer que estás en su misma épo