Cap. 119: Entregó su vida por amor.
Berenice caminaba por el pasillo de su casa con una taza de té entre las manos, intentando calmar esa extraña sensación en el pecho que tenía desde la mañana, era como una especie de mal presentimiento.
De pronto la única empleada que quedó a su servicio entró corriendo al salón.
—¡Señora, encienda el televisor! —exclamó agitada.
Berenice frunció el ceño.
—¿Qué ocurre? ¡Yo no veo esas porquerías de programas que dan en la televisión!
—Están hablando del señor Lisandro.
Cuando Berenice escuchó el nombre de su hijo, encendió el televisor con la mano temblorosa.
“Última hora: continúa la investigación del secuestro de Amelia Navarro. Durante el operativo de rescate se produjo una explosión que dejó la bodega completamente destruida. Se confirma que Iker Balmaceda y la señora Navarro están a salvo. pero aún no se ha localizado a Lisandro Elizalde, quien se encontraba dentro del edificio al momento de la detonación.”
—¿Qué? ¡No es posible! ¿Qué hacía ahí Lisandro? —susurró, tocándos