Hasta que la muerte nos separe.
El aroma de las flores silvestres flotaba en el aire mientras los invitados se acomodaban en sus asientos. La brisa jugueteaba con los pétalos esparcidos sobre el césped, y el sol se filtraba suavemente entre las hojas.
El juez, con gesto sereno, se acomodó los lentes antes de dirigir una mirada a los presentes.
—Estamos aquí reunidos para celebrar la unión matrimonial entre Arman Koslov y Wendy O'Sullivan. —Dijo con voz clara y serena mientras revisaba que todos los documentos estuvieran en orden—. Antes, que nada quiero felicitar a la pareja por dar un paso tan importante en su vida amorosa. Arman Koslov ¿Acepta usted a Wendy O'Sullivan como su legítima esposa y promete amarla, respetarla y serle fiel, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte los separe?
—Sí, acepto. —Respondió Arman con su acostumbrado tono serio, pero con unos ojos soñadores que jamás había visto en él.
—Wendy O'Sullivan ¿Acepta usted a Arman Koslov como su legítimo