Liam me jaló hacia abajo para sentarme en la silla, y se sentó en la de al lado.
—Bien, ahora que tenemos un plan a medias para lidiar con tu padre, quiero hablar de ti.
Bajé la vista a nuestras manos todavía entrelazadas.
—Liam, simplemente no puedo concentrarme en todo eso ahora. Necesito terminar con esto y asegurarme de que todos estén a salvo.
Él suspiró. —Lo entiendo, pero Hazel aún no está aquí, y tengo preguntas.
Yo suspiré también, levantando la mirada hacia sus ojos, sabiendo que él merecía saberlo todo. —¿Qué quieres saber?
Él soltó el aire. —¿Fuiste tú? ¿Fuiste tú quien me llamó?
Ya sentía las lágrimas acumularse en mis ojos. Volver aquí solo me hacía querer olvidar todos esos años horribles, pero asentí.
—Sí Liam, te llamé el día que descubrí que estaba embarazada. Quería decírtelo, pero sabía que nunca dejarías de buscarme si sabías que estaba embarazada de tu hijo… o hijos. También te llamé un par de días después de tenerlos, porque no estaba lo suficientemente bie