CAPÍTULO 32. VISITANTE INESPERADO

Después de haber hecho el amor, permanecí unos segundos en su pecho adormitada, besó mi frente, luego me levantó con él, recogió nuestras prendas y entramos corriendo a la cabaña.

—¿Y qué se hizo la gente que estaba contigo? —Pregunté preocupada de que nos hubiesen visto.

—Los envié a proteger a mi madre y a vigilar a Mackenzo. ¿Acaso crees que sería capaz de arriesgar que te vieran desnuda? ¡Eres mi tesoro! ¡Sol

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App