Evan en medio de la desesperación corre para detener a Leyra quien está conectada al cuerpo de Bruce.

—¡No me muevas! — Grita ella desesperada.

— ¡No lo vas a matar!

— Estoy sacando el veneno de la criatura cambia formas, tranquilo —dice Leyra al mismo tiempo que continúa con su trabajo.

Su cuerpo se encuentra tembloroso y su frente comienza a sudar de manera desesperada.

Al ver el esfuerzo de Leyra Evan se obliga a ceder.

El tiempo parece congelarse.

Sin embargo, en medio de la lucha Bruce comienza a toser sangre por completo hasta que abre los ojos y vuelve a la conciencia.

En medio de jadeos de parte del niño y de Leyra, Evan abraza a su pequeño cachorro.

—Estás vivo, estás a salvo, bienvenido al mundo, pequeño —susurra Evan al mismo tiempo que lo mira a los ojos y le da un beso en la frente.

El momento se ve interrumpido por la voz siniestra de Leyra.

—Está bien y a salvo, pero… —declara Leyra con una voz tranquila pero fría— necesita estar cerca de mi magia para poder mantenerse