119. NUEVOS SECRETOS
El salón quedó envuelto en un silencio pesado tras las palabras firmes de la bruja Ambrosia. Cada mirada oscilaba entre la expectativa y el temor. Sentía el corazón latiendo con fuerza, no por nerviosismo, sino por la energía que vibraba a mi alrededor. Era como si ese fuego que había brotado de mí hubiera dejado una chispa encarnada en mi alma.
Sirius —o más bien Arni en su cuerpo— se mantuvo a mi lado, su presencia sólida y tranquilizadora, aunque tras sus ojos se percibía una inquietud que no lograba ocultar. El eco de la declaración de Ambrosia parecía caminar como un espectro entre los presentes, dejando algo irremediable: la verdad no tenía vuelta atrás. El rey dio un paso al frente, mirándome largamente antes de dirigir la palabra:
—¿Estás decidido a vivir aquí en nuestro reino, príncipe Sirius? —preguntó mi padre el rey. — Alis está destinada a protegernos, nunca puede irse de aquí.
—¿Puedo llevarla de visita al mío? —pregunta Arni todavía convertido en Sirius.
—Por cortos pe