8
El sonido del celular me despertó, yo tenía a Barbara sobre mi pecho, ella levantó la cabeza y me miró mal.
— ¿Que hora es? — Me preguntó.
Yo tomé el celular que estaba sobre la mesa y mire el identificador de llamada.
Aparte a Barbara y me levanté de la cama, era una video llamada de Caesar.
— ¡Viviano idiota! — Me grito ella.
— Son las ocho treinta de la mañana — Le informe.
Ella abrió los ojos como platos y se levantó de la cama.
— ¡Voy a llegar tarde! — Grito.
El celular volvió a sonar, yo contesté de inmediato.
— ¡Buenos días hombre! — Me saludo Caesar.
— Buenos días — Le respondí.
— ¿Se te pegaron las sábanas? — Me preguntó con una enorme sonrisa.
— ¿Que quieres Caesar? — Le pregunté haciéndome el enfadado.
— ¿Quieres ser mi padrino de bodas? — Me preguntó, dejándome completamente sorprendido.
El grito de bárbara resonó por toda la habitación, ella corrió a mi y me arranco el celular de las manos.
— ¿Cuando te vas a casar? — Le pregunto ella a su hermano.
— ¿Están durmiendo jun