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Detuve el coche y voltee a ver a Barbara, ella estaba cona boca ligeramente abierta, un silbido bastante tierno salió de ella.
Jamás pensé que me gustaría tanto ver a una mujer roncar. saque mi celular y la grabé por un momento, esto definitivamente lo usaría para molestarla más adelante.
— Barbara — la llamé.
— ya hemos llegado — Le informe.
Sacudí a Barbara por los hombros, ella se despertó de inmediato y me quedo mirando con los ojos muy abiertos.
— ¿Que paso? — Me preguntó.
— Ya hemos llegado — Le dije.
Ella miró por la ventana y después volvió a mirarme a mi.
— Ya es de noche — Me dijo sorprendida.
— ¿Dónde estamos? — me preguntó.
— En Regent´s Park, ahora bajemos que tenemos que caminar un poco — Le dije.
Barbara se bajó del coche y yo después.
— Viviano tengo hambre — Se quejo.
— Ya lo sé, ahora caminemos rápido — ella se acercó a mí y me abrazo.
— ¿Y si me cargas? No quiero caminar — Se quejo.
— Deja de ser tan perezosa, ahora camina — Ella puso mala cara y empezó a caminar.