Giovani la miraba detenidamente, la chica se veía nerviosa y su sonrojo la hacía ver más atractiva. “Creo que ya es tarde, te llamare mañana para vernos”.
Él beso rápido sus labios y después su frente despidiéndose, Giovani se giró, pero ella lo detuvo apretando su saco sin darle opción de moverse.
Ella levantó su mirada y su cara estaba muy roja, pero volvió a preguntar. “¿Quieres quedarte?”.
Giovani lo pensó por un momento, claro que quería quedarse, pero no quería presionarla, ella era una chica muy especial y quería que estuviera segura de estar con él sin ninguna duda.
“¿Estas segura?”.
Ella asintió acercándose a él, se puso de puntitas pues Giovani era mas alto que ella y lo beso abrazándose de su cuello.
Giovani no se contuvo mas y juntos de la mano entraron al departamento. Damaris encendió una lampara de luz tenue en la pequeña sala. Él observo el lugar era pequeño pero muy cómodo y agradable.
Ella camino a la cocina n